Archivo de diciembre, 2021

Estimados lectores. Mucho se ha dicho de los Premio Nóbel, pero yo me enfoco desde el punto de vista de la transmisión y emoción hacia una persona que de pronto visualiza en su mente recibir el Premio Nóbel. Esa imaginación es usualmente el de muchas personas sabias con los rostros sonrientes y agradecidos de estar presentes en tan magno evento, el saludar y estrechar la mano de quienes se merecen ese reconocimiento. En lo que sé, se les da a quienes han contribuido de mejor manera al beneficio de la humanidad. Es el trabajo de muchos años que no lo hace sólo, sino que tiene junto a él un gran equipo que siempre trabajan en conjunto, cada quien con su tema, cada quien con su tema de investigación. Es una fuerte motivación para quienes son niños y jóvenes y tienen la oportunidad de que se les ofrezca esa información del quizás el mejor reconocimiento a la capacidad intelectual que puede recibir un ser humano. También lo es para quienes ya son adultos, pues hay que recordar la edad en que muchos ganadores han sido condecorados, a veces son, personas en sus últimos años de docencia universitaria o ya retirados, como también los hay jóvenes de edad, porque como dijo un Premio Nóbel: «él era el de mayor edad en la clase, pero se sentía tan joven en su interior como los primeros días de sus estudios de pregrado en la universidad». Quien no desearía tener el mejor equipo de personas para trabajar en investigación, pueden ser varias personas, en mi pensar basta sólo una persona la necesaria pues a como dijo Arquímides: «dame un punto de apoyo y moveré la Tierra», y ese apoyo es la persona interior que con su forma de ser, experiencia, etc. Como lo dicen los mensajes en referencia a una buena vida: «haz las cosas de lo mejor posible, que la vida misma te recompensará», en mi experiencia, de alguna manera la vida se confabula para que personas y momentos salgan al encuentro en el instante adecuado – preciso e ir a lugares como de magia ya estuvieran destinados para cumplir su rol en ese momento determinado. Así que con fé, ánimos a los amantes del conocimiento, con una meta tan alta de lograr un Premio Nóbel, muchas cosas buenas e interesantes pueden suceder en el camino, animando eso si siempre con las mejores buenas intenciones del corazón.

Dr. Jorge Luis Mírez Tarrillo – PERU
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